Conceptos generales

Taleb nos descubre un concepto original: El ser antifrágil. Es un concepto que va más allá de lo robusto o resistente. Lo resistente resiste un shock y se mantiene como está. Lo antifrágil, sin embargo, mejora cuando entra en contacto con los shocks. Se beneficia de los acontecimientos imprevistos.

Cualquier cosa que tiene mayores probabilidades de beneficiarse de los acontecimientos inesperados que de ser perjudicado por ellos es antifrágil. Lo contrario es frágil.

Resulta mucho más sencillo analizar si algo es frágil que predecir la ocurrencia de algún acontecimiento que pueda perjudicarle. La historia demuestra que sobreestimamos nuestra capacidad para predecir acontecimientos constantemente.

Los llamados “cisnes negros” engañan a nuestro cerebro, haciéndonos creer que de un modo u otro predijimos que iban a suceder, porque resultan explicables cuando miramos hacia atrás, con perspectiva histórica. No nos damos cuenta del papel que estos cisnes negros desempeñan en la vida, debido a esa ilusión de predictibilidad.

La vida es mucho más laberíntica de lo que nuestra memoria recuerda. Nuestra mente convierte la historia en algo suave y lineal, lo que nos lleva a infravalorar el impacto del azar en el mundo. Hacemos todo lo posible por justificar los acontecimientos inesperados como algo que sabíamos que iba a suceder, lo que nos lleva a no adoptar las medidas necesarias para protegernos contra el impacto del siguiente acontecimiento inesperado.

Existe un principio básico sobre la vulnerabilidad: Cuanto más simple sea el sistema, mejor. Los sistemas complicados llevan a cadenas multiplicativas de acontecimientos inesperados. Sin embargo, la simplicidad ha resultado difícil de implementar en la vida moderna porque va en contra del espíritu de cierto tipo de personas que buscan adornar su profesión con sofisticación para justificar su posición.

Ejemplos de fragilidad y antifragilidad en las opciones profesionales

La espada de Damocles es un ejemplo de los efectos perniciosos del poder y el éxito en su definición convencional.

No puedes ganar y reinar sin enfrentarte a este peligro constante: Siempre habrá alguien que activamente intenta destronarte. Y como en el caso de la espada, el peligro será silencioso, inexorable y discontinuo. Sucederá en el momento más inesperado, después de un largo periodo de calma que haga que te olvides de su existencia.

Al final, lo que de verdad importa no es el poder y la riqueza, sino la fortaleza del hilo del que pende la espada. Porque si ese hilo se rompe, la espada caerá sobre ti y morirás. Sin embargo, lo que de verdad es importante, para los que quieran escuchar, es que la fortaleza de ese hilo es identificable y medible. Y el conocerla nos permite actuar mejor para ser menos vulnerables.

Si tomamos algunos ejemplos de las profesiones de hoy en día, un autor o escritor es antifrágil, porque cualquier acontecimiento que “arruine su reputación” probablemente le hará más popular y le beneficiará en su trabajo. Sin embargo, un empleado de una gran corporación con una hipoteca es extremadamente frágil, porque es prisionero de un sistema de valores que le incita a prácticas de dudosa moral por su dependencia de las vacaciones en Barbados.

Cuando eres frágil, dependes de que las cosas sigan exactamente el curso planificado, con tan poca desviación como sea posible. Porque las desviaciones causan más daño que bien. Cuando eres antifrágil, ves las alteraciones como algo bueno. No te preocupa tanto el poder predecir el futuro.

Los artesanos, como los carpinteros, fontaneros, dentistas y prostitutas, tienen cierta volatilidad en la generación de ingresos, pero son bastante robustos frente a un cisne negro (acontecimiento inesperado) de tipo profesional. Tienen las habilidades necesarias para salir adelante y crear nuevos caminos. Sin embargo, los empleados de las corporaciones, quienes tienen mucha más estabilidad de ingresos, pueden verse gravemente afectados con una simple llamada telefónica que les informa de que se acaban de quedar sin empleo. Los riesgos reales de los empleados no se aprecian, pero existen y tienen un potencial de impacto enorme. Son frágiles.

Las carreras profesionales de los artesanos están expuestas a dinámicas que les impulsan a volverse cada vez más antifrágiles: Las alteraciones en su día a día les hacen adaptarse mejor a los cambios y a aprender cosas nuevas para sobrevivir. Gracias a esa presión constante por mantenerse “en forma”, son cada vez menos frágiles a acontecimientos inesperados. Los empleados tienen la ilusión de estabilidad, pero son frágiles. Y los artesanos tienen la ilusión de volatilidad, pero son robustos e incluso antifrágiles.

Cuanta más variabilidad observemos en un sistema, más resistente es al impacto de la apariencia de cisnes negros. Por eso, eliminar la variabilidad y hacerlo todo tan estable y predecible consigue el efecto contrario: Nos adormece y nos hace más vulnerables cuando aparece el acontecimiento que no podemos predecir. No predecir un tsunami o una crisis económica es excusable, pero construir un sistema que es vulnerable a ellos no lo es.

Ejemplos de fragilidad y antifragilidad en el estilo de vida

El éxito tradicional, basado en poder y aspectos materiales, trae aparejado una asimetría: Ahora tienes más que perder que tienes que ganar. Por tanto, eres frágil.

Cuando te haces rico, el dolor de perder la fortuna excede la ganancia emocional de conseguir más fortuna, con lo que empiezas a vivir bajo una constante amenaza emocional. Séneca argumentó que las posesiones nos hacen preocuparnos por la posible pérdida, y que para reducir nuestra fragilidad debemos hacer el ejercicio mental de visualizar la pérdida de dichas posesiones, para no sentir tanto dolor en caso de que la pérdida se produjera en la realidad.

Es difícil hacer esto cuando las cosas nos van bien en base al concepto tradicional de éxito, pero paradójicamente es cuando más necesitamos este tipo de disciplina, porque es cuando más frágiles somos.

Una forma de introducir antifragilidad en algunos aspectos de tu estilo de vida es incorporar dinámicas que Taleb denomina “barbell”. Esas dinámicas implican mantener una actitud muy conservadora en algunas áreas (para estar blindado contra el riesgo de los cisnes negros negativos) y tomar muchos riesgos pequeños en otras (para beneficiarte del riesgo de los cisnes negros positivos), en vez de la práctica tradicional de tomar un “riesgo medio” en todas las áreas.

Este concepto, aplicado al área financiera, podría ponerse en práctica invirtiendo el 90% de tu riqueza en cosas muy seguras e invirtiendo el otro 10% en cosas muy arriesgadas, pero con ganancias potenciales enormes. Si haces eso, tu máxima pérdida es 10%, pero tu máxima ganancia es descomunal. Es una situación con recompensa asimétrica a tu favor.

Aplicado a un área vital más amplia, este concepto de “barbell” implica cubrirte contra los peores escenarios (los que tienen un impacto devastador) y correr riesgos en muchas otras áreas donde las pérdidas no son tan elevadas, pero a la vez puedes encontrar grandes beneficios. Sin embargo, lo que la mayoría de la gente hace es exactamente lo contrario: Son aversos a pequeñas pérdidas (y se cubren frente a ellas) pero se quedan expuestos a los grandes riesgos, porque en su cabeza son poco probables.

Nota del autor: Frank Spartan aplica este concepto del “barbell” en muchas áreas de su vida. Nada de cosas que pueden arruinar la fiesta antes de tiempo, por muy bajo que parezca el riesgo. Por ejemplo: fumar, tomar drogas, pasarse con sal y azúcar, sedentarismo, dormir poco, subirse a un coche con alguien que tiene dos copas de más, nadar demasiado lejos de la orilla, subir por una montaña empinada cuando hace demasiado viento y cosas de este estilo. Como dijo Ray Dalio, asegúrate de que el riesgo de lo inaceptable es cero.
Dicho esto, a la vez que evito estos escenarios, también me meto en un montón de pequeños líos donde si las cosas van bien puedo obtener grandes beneficios. Y si van mal, no pasaría nada grave. Barbell rules!

Consideraciones finales

La opcionalidad, en todas sus formas, es una vía básica para generar antifragilidad. La más obvia es la independencia financiera, que usada con inteligencia te puede hacer muy robusto. Te da opciones y te permite tomar las decisiones correctas. La libertad es la opción más valiosa que existe.

Nunca confíes en una persona que no es libre. Después de una fase de adoctrinamiento, una persona puede rápidamente convertirse en esclavo de su profesión, hasta el punto de que las opiniones que tiene son meramente auto-justificaciones para que siga haciendo lo que hace, y por tanto no dignas de fiar.  

La mejor forma de comprobar que estás vivo es verificando si te gustan las alteraciones. Recuerda que la comida no se disfrutaría si no fuera por la sensación de hambre, que los resultados no tendrían significado sin esfuerzo, la alegría sin tristeza, las convicciones sin incertidumbre, y que una vida moral no es tal sin riesgo personal.