Nada que no sepas ya, de Alexander den Heijer

 

Puntuación: 10/10

 

Resumen

Nota de Frank Spartan

Hacía tiempo que andaba buscando un libro corto que resumiera las ideas fundamentales que merece la pena tener en cuenta para vivir una buena vida. Algo sin mucho desarrollo, sino breve y al grano. Pero no acababa de encontrarlo. 

Hace algunas semanas, alguien a quien quiero mucho y que me conoce muy bien me lo regaló. Es éste. No me cabe duda de que será uno de los libros que lea más veces. 

En el resumen adjunto algunas de las ideas que me parecen más acertadas, pero todo el libro es fantástico. Como el título dice, probablemente conoces muchas de ellas, pero eso no es suficiente. Hay que tenerlas muy presentes. Y además de presentes, ponerlas en práctica en tus pensamientos y decisiones. 

Una llamada al cambio

A menudo te sientes cansado, no porque has hecho demasiado, sino porque has hecho demasiado poco de lo que te inspira.

Es el trabajo sin significado lo que nos agota.

El camino más peligroso no es el que tiene más obstáculos, sino el que se dirige al destino erróneo.

Las dificultades sin propósito pueden debilitarnos, pero las dificultades con propósito nos fortalecen.

No puedes descubrir tu pasión pensando en ella.

Experimentamos la pasión al hacer, no la pensamos. La pasión es un subproducto de poner esfuerzo en algo que merece la pena.

Abandona lo mediocre

El problema no es cambiar, sino abandonar la resistencia a cambiar.

Es la duda sobre la decisión lo que consume nuestra energía, no la decisión en sí misma.

Conocer a un grupo diverso de personas te permite conocerte mejor

Has definido tu identidad en relación a las personas con las que te relacionas. Solamente eres extrovertido en comparación a un introvertido. Las personas de diferentes culturas y perspectivas pueden enseñarte cosas interesantes sobre ti mismo en las que no habías reparado antes.

No pases toda tu vida construyendo un barco sin probar la sal del agua del océano.

La felicidad no se encuentra en llegar al futuro, sino en actuar en el presente.

Superar los miedos

El miedo de cometer un error hace mucho más daño que el error en sí.

Las personas inspiradoras aprenden a través de sus errores. Cometen muchos errores. Toman la iniciativa y experimentan.

El futuro sólo intimida a los que son incapaces de manejar el presente.

Cuando posponemos las cosas, su tamaño crece. Si las atajamos inmediatamente, en el momento presente, experimentamos confianza y poder. Cada obstáculo que superamos nos hace sentirnos más seguros.

Cuando intentamos escapar del sufrimiento, lo hacemos más grande.

Mucho de nuestro sufrimiento proviene del hecho de que intentamos escapar de él.

Sin cambios no hay retos, sin retos no hay evolución, sin evolución no hay vida.

La comodidad es adictiva. Lleva a vagancia e inacción. Aburre el espíritu. Hace que dejemos de crecer. Y cuando dejamos de crecer, empezamos a morir.

Conócete a ti mismo

La forma en la que te ves a ti mismo se refleja en cómo te tratas a ti mismo.

Las creencias que tenemos sobre nosotros mismos determinan nuestra ambición. Perseguimos lo que creemos que merecemos. Y el mundo nos trata de la misma forma, como si fuera un espejo.

Para ver lo que no puedes ver, debes atravesar las creencias que limitan tu perspectiva.

Las creencias son como conclusiones. Son tan fuertes que vemos el mundo en base a lo que creemos. Y eso no es ver, es proyectar. Proyectar lleva a juzgar, pero no es así como aprendemos. Simplemente confirmamos lo que ya creemos. Si queremos aprender, debemos observar sin juicio, de forma abierta.

No puedes conectar de verdad si sigues usando una máscara.

Una de las claves para conectar con los demás es la autenticidad. Es complicado conectar con aquellos que se esconde detrás de una máscara. Cuando expresamos nuestra autenticidad nos sentimos vulnerables, pero eso estimula a los demás a hacer lo mismo y es la única forma de conectar de verdad.

Ve contras las reglas si debes hacerlo, pero nunca contra tu conciencia.

Haz aquello que te hace sentirte bien contigo mismo, no aquello que hace a los demás sentirse bien contigo.

Transformación y acción

Algunas personas no intentan escapar de la prisión en la que se encuentran por la simple razón que no son conscientes de que están en ella.

Tu ego quiere que seas la mejor persona del mundo. Tu espíritu quiere que seas la mejor persona para el mundo.

El momento en el que llegas a tu propósito es el momento en el que generas la mayor fuente de energía vital que existe.

Sin una razón de peso para levantarnos por la mañana, desconoceremos la enorme energía que se encuentra latente en nosotros.

Tu bienestar no depende tanto del mundo a tu alrededor, sino de la relación que tienes con el mundo a tu alrededor.

No son las redes sociales, el dinero, nuestra pareja o nuestro trabajo lo que nos hace infelices, sino la relación que tenemos con ellos. En vez de intentar cambiar el mundo, quizá tiene más sentido cambiar nuestra relación con él.

Lucha contra lo que odias, y perecerás. Lucha por lo que amas, y florecerás.

Si peleamos contra algo que odiamos, empoderamos a ese algo, empoderamos a nuestro odio. Esto lleva a la ira, a la frustración, y a veces a la enfermedad y la muerte. Cuando peleamos por algo, nos centramos en el objetivo, en la solución, no en los obstáculos. Esto lleva a la creatividad, la pasión y la evolución.

No persigas la felicidad o el éxito. Vienen solos cuando empiezas a aprovechar las oportunidades para mejorar la vida de los demás.

Inspira a los demás

Los grandes no te influencian para ser como ellos, sino que te inspiran para que seas tú mismo.

Si resolvemos los problemas de los demás, producimos seguidores. Si estimulamos a los demás a resolver sus propios problemas, producimos líderes.

Las personas interesantes captan la atención, pero son las personas que se interesan por nosotros a las que recordamos.

Vivir de acuerdo con tus valores no es egoísta. Lo egoísta es exigir que los demás vivan de acuerdo a tus valores.

Sé sabio y enfócate en la forma en la que vives tu propia vida, dejando a los demás que vivan la suya libremente. Haz de tu vida una obra de arte, porque eso es la mejor forma de inspirar a los demás.