Esencialismo, de Greg McKeown

 

Puntuación: 9/10

 

Resumen

Nota de Frank Spartan

Un libro extremadamente útil para profundizar en la importancia de entender que no todo es igualmente importante, priorizar objetivos y asignar nuestro tiempo y energía conforme a esos principios. 

Más fácil de decir que de hacer, pero la tesis de McKeown resulta clave como filosofía de vida para poder vivir con intención y tomar buenas decisiones. Frank Spartan tiene una lista de cosas esenciales clavada en la pared y este libro me ha ayudado mucho a no desviarme demasiado y dejar de prestarles atención en favor de otras cosas que no son tan importantes.

Conceptos básicos

El esencialismo no implica hacer más cosas, sino hacer las cosas correctas. Implica hacer la mejor inversión de tu tiempo y energía para conseguir la máxima contribución haciendo solamente aquello que es esencial. Es un método para elegir unas cuantas cosas fantásticas, en lugar de muchas buenas.

Esencia

Cuando renunciamos a nuestra capacidad de elegir, algo o alguien elige por nosotros. 

Un esencialista cree que casi todo es no esencial. Invierte el tiempo necesario para discernir lo que es realmente esencial, porque ese discernimiento le compensará con creces.

Debemos acostumbrarnos a tomar decisiones difíciles. Elegirlo todo es una receta segura para el fracaso. Debemos elegir qué tipo de problemas queremos tener y eliminar el resto.

Exploración

Para poder discernir lo que resulta realmente esencial necesitamos espacio para pensar, tiempo para explorar y escuchar, darnos permiso para divertirnos, sabiduría para descansar y la disciplina de aplicar criterios altamente selectivos para elegir la opción correcta.

Para poder concentrarnos realmente en algo necesitamos desconectar y escapar primero. Cuanto más rápido van las cosas y más ocupados estamos, más importante resulta insertar tiempo de reflexión en nuestra agenda para poder renovarnos y agudizar nuestra concentración en lo esencial.

Asignar parte de nuestro tiempo a jugar y a divertirnos es clave para poder pensar mejor. Jugar y divertirse es un antídoto extraordinariamente poderoso contra el estrés.

Dormir lo suficiente es igualmente importante. A pesar de que haya gente que pueda sobrevivir con menos horas de sueño, lo que he experimentado es que la mayoría de ellos están tan acostumbrados a estar cansados que han olvidado lo que se siente al estar realmente descansados. Estar cansado nos priva de la capacidad más importante, que es la capacidad de discernir qué es lo importante.

Seleccionar lo importante es clave y debemos ser rigurosos al hacerlo. Cuando nuestros criterios de decisión son muy amplios, acabamos eligiendo demasiadas opciones. Debemos hacerlos más estrechos y concretos, y así rechazar las que no son auténticas prioridades. Si no es un «claro sí», entonces es un «claro no».

Eliminación

La pregunta que debes hacerte no es «a qué opciones digo que sí», sino «a qué opciones digo que no». Así encontrarás tus auténticas prioridades y la forma de maximizar tu contribución.

Cuando no tenemos claridad con respecto a nuestros objetivos vitales, aspiraciones y valores, los sustituimos por juegos sociales. Perdemos tiempo y energía en tratar de impresionar a la gente. Sobrevaloramos cosas no esenciales como un coche o una casa mejor, y dedicamos menos atención a cosas que son realmente esenciales, como crear momentos con nuestros seres queridos, alimentando nuestro espíritu o cuidando de nuestra salud. Es la diferencia entre vivir con intención o vivir sin intención.

Decir que no a alguien que nos pide algo no esencial para nosotros puede causarnos sensación de incomodidad, pero no debemos perder de vista que esa sensación desaparece rápido, mientras que el arrepentimiento de decir que sí puede durar días, semanas, meses e incluso años. Decir que no a menudo (con elegancia) implica sacrificar popularidad para obtener respeto.

Ejecución

El esencialista se concentra en planificar y anticipar los problemas que se interpondrán en su camino. El no-esencialista se concentra en incrementar la presión y apilar soluciones, mientras que el esencialista se concentra más en eliminar los obstáculos. Lo que marca la diferencia en el proceso de ejecución es la sustracción, no la adición.

Cuando empezamos en pequeño y recompensamos los progresos, conseguimos mucho mas a largo plazo que cuando nos ponemos objetivos tremendamente ambiciosos en poco tiempo.

Es muy importante desarrollar los hábitos correctos, los hábitos que contribuyen a nuestros objetivos esenciales. Porque con los hábitos liberamos energía cognitiva para otros quehaceres que también contribuyan a nuestros objetivos esenciales.

Debes concentrar tu atención en lo que estás haciendo en este momento. Puedes hacer dos cosas a la vez, pero no puedes concentrarte en dos cosas a la vez.

El camino del esencialista no se basa en conseguir el éxito, sino en vivir una vida con significado y propósito. Cuando otras personas dicen sí, tú dirás no. Cuando otras personas decidan hablar, tú decidirás escuchar. Cuando otras personas decidan hacer, tú decidirás pensar. Cuando otras personas vivan una vida de estrés y caos, tú vivirás una vida de impacto y realización, porque concentrarás tus energías en lo que realmente tiene sentido para ti.

Como dijo El Dalai Lama, un auténtico esencialista, si la vida de uno es simple, la felicidad llegará. La simplicidad es extremadamente importante para la felicidad.

La vida del esencialista es una vida sin arrepentimiento. Si identificas correctamente lo que te importa de verdad y te concentras en ello, es muy poco probable que te arrepientas al final de tu vida. Todo lo contrario, estarás orgulloso de cómo has decidido vivir.