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¿Qué tipo de Libertad Financiera debes elegir como objetivo? (Parte I)

La sección filosófica del Workshop de Libertad Financiera está que arde. Ahora que tenemos a todo el mundo enfocado y motivado para aprender sobre finanzas personales, en este nuevo post vamos a aclarar qué demonios entiende Frank Spartan por Libertad Financiera, el objetivo último de este Workshop y la razón de todo este galimatías.

Como estos temas tienen su miga y el cerebro de nuestros lectores probablemente se encuentra ya algo saturado por constantes fogonazos de información que llegan de todas partes, vamos a ser considerados y racionar el contenido de este post dividiéndolo en tres partes. En esta primera parte profundizaremos en las posibles definiciones del término Libertad Financiera, y en las otras dos partes entraremos en harina sobre las consecuencias prácticas de adoptar la definición elegida por vuestro querido amigo Frank.

El concepto tradicional de Libertad Financiera

La idea de Libertad Financiera está ya muy desarrollada, especialmente en Estados Unidos. El movimiento que lo impulsó define Libertad Financiera como contar con un patrimonio (que podemos llamar, para que nos entendamos, colchón financiero) suficiente que te permita no tener que generar más ingresos durante el resto de tu vida. Lo que en la práctica significa que no tienes por qué trabajar más por dinero si no quieres. Es lo que se conoce como el movimiento “FIRE” o “Financial Independence, Retire Early”, cuya traducción oficial es “Tengo ya bastantes ahorros, que le den por el mismísimo culo a trabajar”, o algo parecido.

Esto te puede sonar muy bien si eres un currante al que no le apasiona precisamente su trabajo, porque en el momento en el que alcanzas esta definición tradicional de Libertad Financiera, en teoría puedes dedicar el tiempo a lo que mejor te venga en gana. Puedes dar la vuelta al mundo en patinete, ver el catálogo completo de Netflix, leer todos los libros de la biblioteca o hacer un millón de pajaritas de papel, siempre que mantengas tus gastos anuales dentro de ciertos límites. O incluso puedes seguir trabajando si te apetece, bien en lo que ya hacías o bien en otra cosa que te apetezca más.

En resumen, cuando llegas a esa situación tienes mucha libertad, al menos desde el punto de vista financiero, para dirigir el rumbo del barco hacia donde quieras. Es una buena mano de cartas con la que jugar.

¡Nos ha jodido!, me dirás.

Y Frank Spartan te responde: Sí, a primera vista parece una situación cojonuda a la que merece la pena aspirar. Pero también tiene varias implicaciones que hay que tener en cuenta antes de tatuarte esa definición de Libertad Financiera en el trasero y adoptarla como tu credo espiritual:

Implicación 1: No es fácil

Para poder llegar a una situación en la que ya no necesitas generar más ingresos durante el resto de tu vida, necesitas 3 factores que trabajen en tu favor, de los cuales 2 son de carácter externo y uno de carácter interno.

  • Los factores de carácter externo son: a) un nivel de ingresos por encima de ciertos mínimos; y b) suficiente tiempo por delante para que el proceso de ahorro e inversión produzca un montante suficiente de colchón financiero antes de que sea demasiado tarde.
  • El factor de carácter interno es aprender a ser feliz con un estilo de vida que no requiera que gastes la inmensa mayoría de tus ingresos. O, si tienes la capacidad de sufrimiento del personaje de Robert de Niro en La Misión, hacerlo aunque no seas feliz.

Todos y cada uno de esos 3 factores son de gran importancia para poder alcanzar esa definición tradicional de Libertad Financiera: la situación que implica un elevado grado de certeza de no necesitar generar más ingresos durante el resto de tu vida, asumiendo que el resto de tu vida es – teóricamente – bastante tiempo.

Ahora bien, si, por la razón que sea, estos 3 factores no funcionaran a nuestro favor, eso no significa automáticamente el fin de nuestro sueño húmedo de alcanzar esa situación aparentemente idílica que refleja la definición tradicional de Libertad Financiera. Todos tenemos la capacidad de actuar, con mayor o menor destreza, para mejorar nuestra situación en al menos 2 de esos 3 factores: Aumentar nuestros ingresos y aprender a ser felices gastando menos. En cuanto al factor restante, me temo que crear tiempo de la nada es jodido sin tener el Delorean de Regreso al Futuro a mano.

Sin embargo, no todos tenemos el potencial de mejora mínimo necesario en esos 2 factores para llegar a puerto. No todos tenemos la fuerza de voluntad, creatividad, habilidad social, entusiasmo y afán de superación de dificultades que nos permitan incrementar nuestros ingresos y reducir nuestro nivel de consumo (e incrementar nuestra tasa de ahorro) hasta el nivel necesario para llegar a esa situación en la que ya no tenemos que generar más ingresos si no queremos. Y debemos ser conscientes de nuestras limitaciones para concluir si el objetivo que nos estamos marcando es demasiado ambicioso.

Dicho esto, para aquellos que cuenten con esos 2 factores a su favor, o con las cualidades necesarias para mejorar su rendimiento en ellos, es perfectamente posible llegar a una situación con un alto grado de certeza de no necesitar generar más ingresos durante el resto de su vida. Y eso es algo que pueden conseguir en un periodo de tiempo tan corto como unos 20 años, o incluso algunos menos. Lo que implica que, si tienes la clarividencia necesaria para interiorizar la filosofía de este blog a los 25 años de edad, a los 45 años podrías llegar a esa situación en la que, con un alto grado de certeza, ya no necesites generar más ingresos durante el resto de tu vida. Esto no es una opinión de barra de bar que Frank Spartan saca de la chistera mientras se toma la quinta cerveza, sino una conclusión basada en análisis matemático y estadístico de la que no es el momento de hablar ahora. Ya lo haremos más adelante.

Implicación 2: Esa situación puede no ser tan idílica en la práctica como parece

Si no tienes una idea clara de a qué te vas a dedicar después de alcanzar esta definición tradicional de Libertad Financiera, procede con cautela antes de andar ciegamente todo el camino de renuncia que perseguir este objetivo implica. Muchas personas con las que hablo dicen sin dudarlo que lo que quieren es poder hacer lo que les de la gana, que nunca se aburrirían y cosas por el estilo. Pero el chute de euforia que ser libre, por sí solo, nos proporciona no suele durar para siempre.

Muchas de las personas que han alcanzado esa definición tradicional de Libertad Financiera, una vez se han hartado de daiquiris en la playa y han descomprimido su agitación interior con un buen descanso para recuperarse de la rutina y frustraciones de tantos años, acaban experimentando un vacío; y acaban necesitando construir un proyecto de vida compuesto por nuevas actividades que les proporcionen significado y propósito.  A veces lo consiguen, pero a veces no.

A veces esas personas acaban aburriéndose, se aíslan de los demás y acaban sintiéndose solos.

A veces esas personas queman los puentes con las relaciones profesionales de su vida anterior, o no renuevan sus competencias, y eso les impide volver al ecosistema laboral en el que forjaron su carrera aunque así lo deseen al cabo de algún tiempo.

A veces esas personas se han concentrado tanto en conseguir el objetivo de Libertad Financiera tradicional, que dejan muchos muertos por el camino en áreas como la familia, las relaciones de amistad, la salud, el autoconocimiento y el equilibrio emocional, lo que les impide disfrutar plenamente de la supuesta libertad que han conseguido.

Así que navega con cautela, marinero. No es oro todo lo que reluce en ese objetivo de no necesitar generar más ingresos durante el resto de tu vida. Esa definición tradicional de Libertad Financiera, por mucho que los supuestos gurús y conferenciantes que prometen riqueza y prosperidad inmediata pregonen lo contrario a los cuatro vientos, no es nada fácil de conseguir. E incluso si la consigues, tiene un lado oscuro en la dimensión existencial que muy pocos ven venir y que debes saber navegar con éxito o acabarás en una situación jodida, por muy mullido que sea tu colchón financiero.

Be careful what you wish for.

Una definición alternativa de Libertad Financiera

Todo esto está muy bien. Pero Frank Spartan, aun a riesgo de contradecir a las brillantes personalidades del movimiento FIRE, no tiene ningún interés en promover esta definición tradicional de Libertad Financiera por una razón muy sencilla: La mayoría de personas la encuentra demasiado ambiciosa y poco realista. Y ese escollo mental les impide plantearse siquiera el empezar a dar pequeños pasos en la dirección adecuada y les hace anclarse en su estilo de vida actual, inmerso en restricciones financieras que limitan su libertad de movimientos.

Así que Frank Spartan te va a invitar a adoptar una perspectiva diferente. La perspectiva de apuntar a un objetivo menos ambicioso y generar automotivación mediante la sensación de progreso que dar pequeños pasos hacia ese objetivo nos proporciona.

¿Por qué? Porque ésa es la vía más fácil de cambiar un hábito. Y como lo que nos interesa aquí es impactar al mayor número de personas posible para que introduzcan cambios positivos en su vida, vamos a dibujar un camino que parezca relativamente accesible al ojo profano, no un sendero con plantas carnívoras a los lados y árboles repletos de monos esquizofrénicos que te disparan con pistolas de ácido sulfúrico mientras caminas.

Ahora que has interiorizado este punto, estás preparado para escuchar la definición de Libertad Financiera de Frank Spartan. La definición a la que creo que debes aspirar para adquirir mayor control sobre tu vida, sea cual sea tu situación particular:

Eres financieramente libre cuando sientes que tu situación financiera no te impide hacer lo que quieres hacer y como lo quieres hacer.

Esta definición tiene varias implicaciones:

Implicación 1: No es una definición matemática

La definición tradicional de Libertad Financiera te proporciona un montante muy preciso de colchón financiero al que debes apuntar en función de tu estimación de gastos futuros, a través de complicados análisis estadísticos que concluyen en qué punto es extremadamente poco probable que te quedes sin dinero antes de morir.

Esta definición alternativa, sin embargo, no te proporciona un número preciso. Y no lo hace a propósito, porque tus anhelos vitales en cada momento no suelen ser precisos.

Implicación 2: Apela a una sensación interna

Alcanzas esta definición alternativa de Libertad Financiera cuando te sientes lo suficientemente seguro. Es una sensación interna, no un dato objetivo.

Si te sientes lo suficientemente cómodo con tu situación como para que las restricciones financieras no tengan influencia alguna en tu proceso de decisión y tu capacidad de elegir el camino que más atractivo te parece en ese momento concreto, ya has llegado a puerto. Sea cual sea tu cifra de colchón financiero y tus circunstancias, porque en ese punto el dinero ya no te impide dirigirte hacia donde quieres ir. Y ése es el tesoro escondido que buscamos, ni más ni menos.

Implicación 3: Tu fortaleza emocional influye, y mucho

El que esta definición alternativa se apoye en una sensación interna implica que el grado en el que seas capaz de gestionar y controlar tu estado emocional es fundamental para que consigas el objetivo. Por eso, una gran parte de los contenidos de este blog se orientarán a fortalecer tu inteligencia emocional.

Aspectos como tus competencias para controlar tus impulsos, demorar gratificación, aceptar lo que no puedes controlar, regular tus estados de ánimo para facilitar la claridad de pensamiento, combatir la procrastinación, asumir tu responsabilidad en lo que te sucede, automotivarte para perseverar ante los contratiempos y, sobre todo, conocerte a ti mismo resultarán claves en tu capacidad de sentirte libre de restricciones financieras y seguro de ti mismo para elegir el camino que deseas. No de forma ilusoria o paranoica, sino anclada en un sólido autoconocimiento y un buen arsenal de habilidades emocionales que te permitan sobreponerte a las dificultades cuando se presenten.

Conclusiones

Ésta es la definición de Libertad Financiera adecuada para ti, sean cuales sean tus circunstancias. La definición que debes elegir como objetivo antes de empezar a andar el camino de aprender a dominar tus finanzas personales. La definición que te permitirá visualizar una situación que percibirás como alcanzable y no tan lejana en el tiempo, lo que te motivará para seguir adelante. Una definición muy personal que sólo tú decides cuándo has alcanzado en función de tu grado de fortaleza emocional, y que te abrirá la puerta a posibilidades muy interesantes.

Puedes perseguir la definición tradicional si quieres, pero perderás mucho tiempo para llegar al mismo sitio. Y aquí no estamos para perder el tiempo. Estamos para maximizar felicidad actuando de la forma más eficiente posible.

En resumen: Piss Off a la definición tradicional, Long Live a la definición alternativa de Frank.

En la segunda parte de este post ahondaremos en las consecuencias prácticas de esta definición alternativa de Libertad Financiera.

Pura vida,

Frank.

3 comentarios en “¿Qué tipo de Libertad Financiera debes elegir como objetivo? (Parte I)”

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